A
MI TIERRA
con olor a café y a matorrales,
a
savia dulce de cañaduzales,
a flores, a panales y ambrosía.
Brindan
a ti sentida melodía
brillantes cuerdas de tiples ancestrales;
tiernos bambucos de notas magistrales
cantan a tu nobleza y bizarría.
Titanes de carriel y de
mulera
en el tu ayer de lúmicos
albores
dominaron la selva
traicionera.
Y con sus fuertes brazos
cual de acero,
sembraron sobre el verde
de tu suelo
catorce frescas y
aromantes flores.